En nuestra tonelería sólo fabricamos barricas de roble, mediante un proceso en el que la mano del artesano es el factor determinante.
En la última década, nuestra empresa ha experimentado un importante crecimiento, siempre ligado al mantenimiento de las prácticas artesanales y a la transmisión, de generación a generación, del oficio de tonelero.
Porque, en MAGREÑÁN, lo más importante es la dimensión humana; ella es la que nos ha convertido en una verdadera escuela de toneleros.