El sol, la lluvia y el aire trabajan cada día en el patio de MAGREÑÁN. En una extensión de más de 35.000 m2 se cura una cantidad de madera suficiente para producir alrededor de 30.000 barricas al año. Durante un periodo superior a mil días, la naturaleza toma las riendas para propiciar el curado natural de la madera.
Este proceso es mucho más lento y completo que el secado artificial. El curado natural permite que la madera pierda su humedad paulatinamente y no de forma agresiva, y que todos sus compo- nentes se transformen de un modo casi mágico en taninos nobles, finos y estables.